No
encontrando nada útil y escuchando que mi acechador rasguñaba con mas fuerza, me
he amarrado una de mis camisas en mi mano derecha con la firme intención de
romper el vidrio, después de todo mis segundos están contados ¿Que importa una
fractura en un hueso a estas alturas? Me acerco a la ventana y antes de que
siquiera logre afirmar mi mano, escucho la voz de una niña que me llama desde
el baño; me llama por mi nombre.
-No te
vayas María, no me dejes -Me dice sollozando.
La puerta
del baño lentamente empieza a abrirse, Comienzo a sentir como mis fuerzas me
abandonaban y mis piernas empiezan a fallarme.
Ayúdame,
viene por mi -Me dice la niña, quien empieza a asomarse por la puerta. Y cuando
creo que las cosas no pueden ser peores empiezo a escuchar murmullos por todas
partes, voces que retumban en todas partes. Caigo de rodillas mirando hacia el
suelo y tapándome la cabeza con las manos, intentando no oír nada.
La puerta
de la habitación ha salido disparada bruscamente, aunque no deseaba hacerlo
comienzo a mirar poquito a poquito hacia la salida, pude notar que no había
nadie allí, solo podía divisar a lo lejos una luz que se acercaba lentamente y
una especie de voz que provenía de ella, echo un vistazo a mi alrededor y me
doy cuenta que la habitación se esta tornando oscura, la puerta del baño
también esta abierta de par en par.
Obviamente no deseo hacerle caso, no obstante su voz la cual se escucha como esas tétricas voces que usan en las películas me intimida con cada palabra que pronuncia, no deseo mirarla pero simplemente no puedo evitarlo, ¡No puede ser! Lo que veo me asombra y perturba aun mas de lo que estaba hasta hace unos segundos. Es igual a mi cuando era niña, tal vez este ente solo juega con mi mente.
Continuara....
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