Mi abuela decía que la noche debe ser de
reposo, que una vez se vaya el sol, todo debe ser silencio y que si alguien
rompe ese silencio, pasara la noche en vela y lo pagara bien caro.
Una noche llegando de un partido, me despedí de
mi vecino y me dirigí a mi casa. Entonces el me grito: Se le olvidaron las
canilleras! Y le respondí con un grito fuerte: ¡Guárdemelas loquita! Vi como se
encendieron varias luces de mis vecinos.
Subí a mi cuarto y entonces me acorde de las
palabras de mi abuela. Sentí un escalofrió pero igual me fui a bañar. Al salir
sentí como si hubieran cientos de personas en mi cuarto, me sentía mareado, no
dejaba de pensar en mi abuela, me recosté y sentí como llegaban personas a mi
lado, sentía que se sentaban en mi cama y me tocaban, pero no lograba ver a
nadie. Cerré los ojos y pude escuchar cientos de murmullos, sudaba y sentía
nauseas, entonces todos se fueron yendo y las voces se acallaron, volví a
sentirme solo, pero aun mareado. Entonces se apaga la luz, alguien salta sobre
mi y escucho un susurro: ¡No grites en la noche!
su historia, me hace dar miedo :)
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