-¡No des un paso más! -Escucho
que grita, yo la ignoro y sigo avanzando, solo me faltan dos pasos pero la
curiosidad me esta matando.
-¿Quién eres? -Le
pregunto pero no me responde, solo me observa con su horrible mirada, una
mirada que me pone simplemente incomoda.
-¿Tan pronto te has
olvidado de mi? -Por fin me contesta. -Hace solo dos meses te visite.
-¿Que? ¿Quién eres tú?
Ella empieza entonces
a caminar hacia mí, lentamente. Siento helada mi sangre, observo como con cada
paso que da hacia mí, su vestido que en un principio era azul claro empieza a
tornarse negro, la piel de su cara, brazos y piernas empieza a consumirse y
dejar solo visible sus huesos. Me cuesta respirar. Quiero correr pero deseo
también saber quién es ella, ¡Oh bendita curiosidad!
Su vestido aparte de
volverse negro se ha convertido en una túnica, no puedo creerlo, se acomoda su
vestimenta, cubre su cabeza. Es la mismísima muerte.
-¿Ahora ya me recuerdas?
Soy eso por lo que dejas encendida la luz de noche, soy la razón por la cual
temes estar sola, soy parte de ti.
Me ha rozado la cara
con su huesuda mano, Dios como duele.
No, no puede ser,
con una descarga de adrenalina, le he dado un fuerte empujón, casi ni se ha
inmutado, logro salir pero esa luz, esa horrible luz me ha cegado, no se bien a
donde voy.
-No importa donde
vayas, yo siempre estaré contigo –La escucho gritar.
Oh, me tropiezo y
empiezo a caer por la escaleras, solo puedo escuchar el crujir de mis huesos
con cada golpe que me doy, finalmente he dejado de caer. Estoy a escasos metros
de la salida. Estuve tan cerca. Solo puedo sentir como cada vez me cuesta
respirar, mi corazón empieza a detenerse y mi mirada ha quedado fija observando
la salida, mi conciencia se desvanece poco a poco y la cabaña empieza a
desmoronarse.
¡Mi fin ha llegado!
-Tiempo Después-
Me he vuelto a
despertar de repente, me arde el pecho, una mujer intenta tomar mi mano,
rápidamente me muevo para evitarlo, ella grita, llama a alguien, no alcanzo a
entender a quien. Observo a mi alrededor parece que estoy en un hospital.
Un Medico entra al
lugar.
-¿Señora Maria? ¿Se
encuentra bien?
No logro emitir sonido
alguno, supongo que estoy en Shock, ni yo misma entiendo que me pasa. El medico
le indica a la enfermera que llame a Esteban.
Intento levantarme
pero el doctor me lo impide, diciéndome que debo relajarme primero, que me veo
muy alterada, me hace una serie de preguntas muy raras, de cuanto dedos veo, cual
es mi nombre, de donde soy y otras cosas que se supone yo debería saber.
¿Qué piensa este tipo?
¿Qué estoy loca? Obviamente fui incapaz de contestar, seguro ahora se
convencerá de que estoy demente.
Después de un momento
llego Esteban quien me abrazo de inmediato, empecé a sentir un fuerte dolo en
el pecho que me impedía respirar. Ya cansada de eso decidí mirarme, tenía una gran
cicatriz en medio. Mire a todos muy confundida y logre pronunciar algo.
-Muerte, muerte, la muerte
viene por mí -Fue lo único que logre vocalizar antes de romper en llanto.
Esteban quiso
abrazarme de nuevo pero el medico sugirió que no lo hiciera y que por favor
saliera por unos dos minutos ya que el necesitaba hablar conmigo.
Este Doctor actúa muy
extraño, pensé. Primero lo hace seguir y ahora quiere que se vaya. Y ¿La loca
soy yo?
No solo Esteban salió,
también la enfermera lo hizo, el doctor quedo a solas conmigo, se sentó a mi
lado y me miro fijamente a los ojos.
Continuara....
No hay comentarios.:
Publicar un comentario